No voy a hablar de anuncios otra vez que conste.
Sí, me gusta conducir, incluso diría que me relaja siempre que no esté en mitad de un atasco y llegue tarde a algún sitio. Cuando me encuentro muy agobiada o estresada, para mi una de mis mejores terapias es coger el coche, poner la música en consonancia con mi estado de ánimo de ese momento y hacer kilómetros. No se si soy muy rara por eso, pero la verdad es que me ayuda bastante.
Ahora miro hacia atrás y pienso, por qué no me sacaría nada más cumplir los 18 años el carné de conducir, con la libertad y la independencia que da? Supongo que por comodidad, me llevaban, me traían y...le tenía un miedo terrible, no al hecho de conducir, sino al proceso en sí, ir a la autoescuela, el teórico, las prácticas,...Pero afortunadamente reuní todo el valor (me obligaron a hacerlo) y me apunté a la Autoescuela...menuda experiencia
En el aula estábamos de todas las razas, sexos, edades, religiones, partidos políticos, skins, pijos, heavys, Ufff pobre maestro, desde entonces creo que ser profesor de Autoescuela debería considerarse profesión de alto riesgo (sobre todo mental) e incluso físico porque en una de mis numerosísimas clases prácticas (es que nunca encontraba el momento bueno para examinarme...eso y que las rotondas me tenían manía) el profesor me contó que cierta ocasión iba por la Autovía con dos alumnos, y de repente notó cierta ventisca dentro del coche y cuando miró para atrás viendo que el alumno que iba en el asiento trasero abría la puerta e intentaba tirarse, (por lo visto sufría de grandes depresiones), lo agarró con todas sus fuerzas tirando del chico para sí mismo, mientras el alumno que conducía gritaba sin saber qué demonios pasaba, pero sin parar de conducir, madre mía que show, menos mal que todo finalmente acabó bien y además de haberse tirado tampoco habría pasado mucho, porque el que llevaba el coche era más lento que el caballo del malo (en las pelis del Oeste)
También me contaba anécdotas de chicas que en las clases prácticas se iban derechas al obstáculo, fuera peatón, señal, contenedor,....y otros macarrillas a los que cuando le pedía un giro, cambio de dirección o lo que fuese se negaban y simplemente decían esta no me gusta, giraré en la próxima, vale? (en tono amenazante)...pobre profe qué paciencia.
A mí no se me dio del todo mal, a parte de lo de las rotondas (que o bien le crecía la barba al profesor esperando a que me decidiera a salir o hacía mis salidas estilo Fitipaldi, porque salía antes de tiempo) y un asuntillo que me haré mirar (en los pasos de peatones cuando había un señor de raza negra, casi nunca me daba cuenta y no lo dejaba pasar, yo os juro que no es racismo, yo le decía al maestro: es que no los veo, y él: claro, como son oscuros y las clases las damos de noche -tono irónico-). Aprobé los dos exámenes a la primera, como para no hacerlo, me gasté todos mis ahorros en clases prácticas y además me hice resúmenes del libro, dos millones de test, preguntaba dudas...era la empollona de la autoescuela y ya hasta el profesor me tenía manía...(él fue quien me puso la fecha del examen teórico sin preguntarme antes) Pero guardo muy buen recuerdo de él, porque me ayudó mucho el día del práctico, (experiencia que merece un capítulo aparte) y por las cosas que me contaba que le habían sucedido a lo largo de sus años en la autoescuela le tenía hasta compasión.
En fin que me gusta conducir, y que algún osado que otro me ha dicho "para ser mujer no conduces nada mal" a los cuales he respondido....mejor, no lo digo aquí ;) Ay! pobres.