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viernes, 28 de marzo de 2014

LA RECETA

Se juntan en un sábado noche a cuatro mujeres de más de 30 años, todas ellas despechadas o recién salidas de una relación tormentosa, añada a esa mezcla un par de cervezas aderezadas con sus consiguientes tapas y todo ello en un entorno jovial y distendido, escasos minutos más tarde el resultado sin horno ni maceración ni nada es el equivalente a un gallinero (un día cualquiera en Sálvame) en el que es imposible escuchar y entender nada, salvo lo que una misma dice intentando contar su experiencia, su mala y terrible experiencia...que al fin y al cabo cuando por fin se logra poner orden (desordenado) en las conversaciones, sirve para descubrir que ni tu experiencia es tan mala como pensabas, que ni eres la única que sintió cómo se derrumbaba el suelo bajo sus pies, que todas hemos sufrido de mal de amores (algunas con uno no tenemos suficiente visto lo visto) Y ese es el momento justo en el que todas esas historias e intimidades que se comparten y entremezclan se empiezan aliñar con cucharaditas de humor, con pizcas de comentarios irónicos y sarcásticos (que tan buen sabor dejan en el paladar cuando se usan en el instante oportuno) y de la pena o rabia pasamos todas a la risa y el buen humor, a esa facilidad para ser consecuentes con nuestra nueva situación, a sorprendernos con la capacidad de superación y resurgir (algunas quedaron con hijos, sin nada, con mucho amor aún por dar y sin ninguna explicación recibida, o al menos ninguna creíble)

Es así como una noche de sábado entre amigas pasa a convertirse en la mejor medicina, al equivalente a unas cuantas sesiones de psicoterapia, un machaque de gimnasio o el penoso maratón de pelis románticas pa hartarte de llorar. 

Las mujeres quizá seamos complicadas, contradictorias, malpensadas, curiosas, preguntonas pero a la vez somos maravillosas, somos fuertes somos un Ave Fénix desde que nacemos hasta que morimos, nos deshacemos para volver a armarnos una y otra vez. Dos amigas unidas por el dolor, por la experiencia, por saberse en la piel de la otra, son algo más que amigas, son en determinados momentos del "camino" el pilar que faltaba para que tu vida dejara de tambalearse.

Que conste que con esto no pretendo decir que los hombres no sean así...lo que sucede es que no tengo datos suficientes que me lo corroboren y además hablo desde mi perspectiva de mujer de mas de 35 (arggg), heterosexual y un pelín hasta el moño de un, dos o tres especímenes del género masculino...pero sin acritud, eh??!! Jejejeje

sábado, 22 de marzo de 2014

AUTOEXAMEN

Mi plan primordial ahora mismo es no hacer planes.

Quiero que la vida fluya, quiero no dar por hecho nada, quiero vivir el día a día. Por dos veces mis planes de futuro, mis ilusiones se han desvanecido o venido abajo como un castillo de naipes.



Que lo que tenga que suceder suceda y con las cartas que se presenten ya veré lo que hago, lo que sea menos castillos en el aire y si se derrumba no sentirme responsable por ello. Reconozco que me creo unas expectativas enormes, me exijo mucho para alcanzar mi plan o mi meta y claro luego el batacazo es considerable. Y peor aún, a veces me he encontrado queriendo cubrir las expectativas de los demás...pero qué clase de masoca soy? 

La frase más escuchada en las últimas semanas ha sido: "Sieslo piensa en tí"... Ya, pero es que me da pena verlo asi..."Sieslo y tu? No te das pena? Piensa en ti"... Si, pero es que esto es otro mal rato para mis padres "Sieslo y por no darles malos ratos a ellos, prefieres seguir sufriendo tu? Piensa en ti" 

Por qué antepongo los demás a mi misma? Es un gran problema creedme, será consecuencia de la educación familiar recibida? (en concreto lo que he visto en mi madre) Es muy duro pensarse la responsable de los problemas de los demás o más bien sentirse la que tiene que evitarselos o solventarselos a las personas que le rodean. Desde bien pequeña me reconozco ese handicap y a priori puede parecer mas una virtud que un defecto, pero para mi misma no es nada beneficioso (todo en exceso es malo). Como mi hermano era el irresponsable, el desobediente, el que no quería estudiar, el independiente...yo me adjudiqué el papel contrario para lograr el equilibrio en casa, lo juro, lo decidí así y no puedo decir que sea algo totalmente opuesto en mi naturaleza o forma de ser, pero lo cierto es que he llegado al extremo en eso de buscar el equilibrio ajeno. Siempre he pensado además que viéndolos a ellos bien yo estaré bien y sería bueno para todos, pero por ese hecho he cargado a mis espaldas con problemas de pareja de mis padres y mediado entre ellos más de lo que debiera, he dejado de hacer muchas cosas para que mi chico se sintiera bien, he aguantado malos modos para que otros pudieran desahogarse y luego he hecho como si nada hubiese pasado y la suma de esas cosas tarde o temprano te pasa factura. 

Reconozco ser una persona con carácter y genio cuando sale de su lámpara (o su bolso en mi caso) pero hago por controlarlo, hago por no pagar con los demás mis malos momentos o problemas, por no involucrar en mi sufrimiento a la gente que sufriría conmigo....pero hay un momento, aquel en el que la pequeña gota desborda un vaso, instante en el que ya no puedo más y exploto.


Pues bien, ahora dado el paso que he dado me propongo encontrar mi propio equilibrio, no esperar a desbordar un vaso ni tampoco saltar a la mínima, ayudar a los demás pero no para ello perjudicarme a mi misma, querer sin dejar de quererme, tener expectativas sí, pero tangibles, reales...

Y la pregunta es....creéis que lo conseguiré, lo creo yo?? Feliz finde amigos!

miércoles, 12 de marzo de 2014

...Y me fui....

Lo he dejado,
tras semanas muy muy duras de dudar hasta de mis dudas, de llorar, de sentirme enferma y desolada. De notar cómo tocaba fondo otra vez. Lo decidí, segura del paso que daba, por necesidad, por mi bien, porque no me puedo permitir perder la sonrisa y la alegría que siempre me caracterizaron y que ya me costaban tanto encontrar.

Preparé mis cosas, hablé, discutí, tomé distancia, y hablé, discutí, tomé distancia...no había otra opción me iba. Pero previamente había dado oportunidades, había lanzado mensajes subliminales, advertí que las cosas no iban bien, rogué y supliqué ayuda....no voy a explicar los motivos él y yo los sabemos, como él y yo sabemos que no arrojé la toalla a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Aposté mucho al dejarlo todo y...perdí. 

Así que he vuelto a mi ciudad, a mi casa, con mi gente, mentiría si dijera que me siento bien pero también mentiría si dijese que no me siento algo aliviada y con muchas ganas de volver a ser la que fuí y más aún de conocer las razones que me llevaron a aceptar, aguantar o permitir según qué cosas. Por amor? Por miedo? Por baja autoestima? Por testaruda? 

Lo que opine la gente en estos casos no debería importar, pero lo cierto es que apoyan completamente mi decisión, tan claro se veía desde fuera? Y lo voy a echar de menos y voy a extrañar los buenos momentos, pero es que me he echado tanto de menos a mi misma, habéis tenido alguna vez la sensación de no reconoceros?...yo sí, continuamente en el ultimo año y medio. Y creo que es totalmente injusto echarle la culpa de todo a la otra persona porque yo misma me reconozco culpable de haberme permitido llegar a ese punto, me daba cal y arena y yo lo permití y ni él sabía la medida de cada cosa ni yo supe pararle a tiempo.

En fin que comienzo una nueva etapa en mi vida (otra vez) que ahora toca empezar de cero en todos los sentidos, pero con él intentando demostrarme (a muchos kilómetros) que las cosas pueden cambiar, que él puede cambiar, pidiéndome la oportunidad de demostrármelo y yo nuevamente dudando hasta de las dudas, merece la oportunidad a largo plazo?, las personas cambian? el cambio solo llega cuando ya has perdido algo y entonces valoras lo que tenías? Solo quiero un tiempo y un espacio para re-armarme, recuperarme y reencontrarme....volver al blog en su momento fue un primer paso, el puñetazo en la mesa (metafórico) por mi perro fue otro (por cierto cuánto bien me hace tenerlo a mi lado en estos momentos) y mis maletas en la puerta el definitivo. He sufrido mucho, pero...no tengo fuerzas para rendirme ;)

*Siempre he pensado que algunas letras de las canciones se basan en nuestras vidas o en momentos de ellas, este fragmento de una de Malú es un buen ejemplo de ello para mi:

"No te puedo creer. 
Ya ni quiero creerte. 
Te olvidaste de mí. 
Me tenías enfrente. 
Esta idiota se va. 
Voy a cambiar mi suerte. 
Ya no temo tu voz, tú, tú me has hecho mas fuerte.