Estos días atrás, me he hecho un viajecito para estar con M., pasear, ver cosas, ir de excursión. A ambos nos gusta la Naturaleza, pero él es que la disfruta y la vive al máximo, me lo contagia....y me encanta.
Casi todas las excursiones y caminatas que he hecho con él son costosas que requieren esfuerzo (al menos para mí), de grandes subidas, sorteando piedras, debiendo buscar caminos o senderos alternativos, esquivando la maleza, cruzando riachuelos, acompañados en ocasiones por el frío de la montaña....y aunque parezca imposible, todo ese "sufrimiento" esas horas de caminatas y senderismos, esos rasguños y tropezones merecen realmente la pena, porque una vez que llegas al destino, al fin del camino trazado para ese día, la recompensa es extraordinaria.
Yo con esto hago un paralelismo, esos caminos tortuosos y esa llegada al destino son una alegoría de la vida. Merece la pena todo ese esfuerzo, porque cuando por fin llegas, consigues lo que ibas buscando es tan gratificante, estás donde querías estar, respirando esa paz, viéndolo todo con otra perspectiva, disfrutando del paisaje, escuchando nada y todo a la vez (el viento, el correr del agua, los pájaros,...) En la vida de igual modo, cuando algo nos cuesta realmente un esfuerzo conseguir, una vez logrado se siente tal satisfacción, tanta paz por haber alcanzado nuestra meta...que la recompensa para uno mismo es enorme.
He grabado en mis retinas, todas esas vistas, esos paisajes de cuento, sin nada artificial, sin maquillajes....y es que para mí, no hay nada semejante a la belleza natural. He traído algo de todo aquello, que por mala calidad de la imagen (las hice con el móvil, soy muy despistada, me olvido la cámara) y por inexperta que es una, no refleja del todo la belleza de la que hoy hablo, pero aún así espero guste.
Por muito que tenha custado a caminhada, as belas fotos que tiraste, já são uma recompensa suficiente...
ResponderEliminar...como bónus tiveste os belos momentos passados...
Saludos,
António
El paisaje y la experiencia se embellecia por la compañia.
ResponderEliminarSola no hubieras ido.
Es la teoria de lo esencial: Si estoy contigo el tiempo se detiene y no quiero ir a otro sitio.
Si estoy sin ti paso todo el tiempo pensando cuando llegare a ti.
Antonio: sí, ahora esas fotos me ayudan a traer a mi mente los recuerdos de todo aquello. Aunque por supuesto por buenas que fueran las imágenes tomadas, nada comparado con el escenario real.
ResponderEliminarBesos
Jorge: pues seguramente tienes razón, sóla me hubiese costado mucho ir, es más, me habría perdido (no me llevo bien con los GPS)
ResponderEliminarPero una buena compañía indudablemente hace muchísimo, las cosas, los lugares, los momentos, se viven de otro modo. Así el recuerdo es aún más bonito.
Bellos parajes que, no obstante, no has comentado dónde se encuentran. No descarto visitarlos si el metro llega hasta allí (vago que es uno). Ahora en serio, las recompensas de las cosas que cuestan esfuerzo son doblementes gratificantes, y si encima la compañía es la idónea, pues... el no va más
ResponderEliminarSaludos
Jorge... qué bien hablas hijo!!
ResponderEliminarSieslo... te envidio un poco. Bueno, un mucho
Sese: jejeje cierto no he dicho dónde tomé esas fotos. Pertenecen a una zona despoblada de Huesca, que es un lugar (como muchos otros de España), precioso para perderse.
ResponderEliminarY lo siento, no hay metro, ni bus, ni vehículo alguno que llegue hasta allí...ya lo pregunté yo ;)
Nebroa: coincido contigo, Jorge tiene un don.
ResponderEliminarY bueno, no todo es tan genial como quisiera, son pocos los buenos momentos que podemos pasar juntos (está lejos) pero intento aprovecharlos al máximo :(
El lugar es precioso, y las fotos no están nada mal para haberlas hecho con el móvil.
ResponderEliminarElvira: muy bonito de veras, y en el camino nos cruzamos con alguna que otra vaca y cabras, espectacular...todo tan...natural.
ResponderEliminarGracias, viniendo de tí (que eres una fotógrafa increíble) me siento halagada.
Besos