Abrió la puerta de entrada y se sorprendió al ver la luz encendida en el salón, era demasiado pronto para que él ya estuviera en casa, puesto que solía llegar unas dos horas después que ella. Tiempo suficiente para darse una buena ducha y tener preparada la cena....
Dejó las llaves en la mesita que había junto a la puerta y entró en el salón con una media sonrisa dibujada en su cara. Gesto que desapareció instantáneamente de su rostro nada más verlo a él con semblante serio sentado en el sofá, con el televisor apagado y una pequeña bolsa de viaje junto a sus pies.
-Qué sucede?
-Ya nada es igual, no siento por tí lo que debiera, no te quiero como antes y no deseo hacerte daño.
Dijo todo ésto sin apenas mirarla a la cara, como si lo tuviese ensayado desde hacía ya mucho tiempo y evitando que algo lo distrajese de su propósito, por ejemplo, la dulce mirada de su esposa.
Ella, sintió una punzada terrible en medio del pecho, permaneció inmóvil bajo el umbral de la puerta del salón. Se sentía incapaz de moverse porque no podía dar crédito a lo que acababa de escuchar, era consciente de que en el último mes estaban algo distanciados, pero nada por lo que preocuparse y más teniendo en cuenta que llevaban media vida juntos, así que no era la primera vez que atravesaban una mala racha.
Se agolpaban miles de preguntas y dudas en su cabeza, tantas que pensó llegaría a volverse loca, era incapaz de poner orden allí arriba, se mezclaban recuerdos, ideas, sentimientos,....De todo lo que quería haberle preguntado, lo único que consiguió decir fue :
- Por qué?
- No sé - respondió cabizbajo y a continuación recogió la pequeña bolsa de viaje que había en el suelo. Se levantó y cuando pasó al lado de ella, le dijo:
-Perdóname
-Me dejas tan sola
-Lo sé, lo siento.
Se fue, escuchó el ruido que hizo la puerta al cerrarse y tras ese, oyó otro sonido, el de su propio corazón rompiéndose en mil pedazos, hasta ese día desconocía lo que significaba que doliese el alma y desde ese día nunca lo olvidaría.
Allí se quedó, de pié, totalmente sola, en medio de todo, sola con sus miedos, sola ante el abismo que ahora sentía alrededor de ella.
Nota: me gusta la voz de Diana Navarro, no tanto el género en el que se la encuadra (copla)
*Esta historia está basada en hechos reales
Creo que cuando el amor se acaba, no debe buscarse un culpable.
ResponderEliminarTampoco merece la pena si es uno solamente el que ama.
Hay que seguir y levantar la cabeza. Otro amor llegará. No tiene tiempo ni edad..
Besos
Ni un culpable, ni una razón, el hecho es que se acaba, pero duele tanto en el momento...
ResponderEliminarY con el paso del tiempo, te das cuenta de eso que acabas de decir, de la necesidad de seguir adelante y esperar para ver qué te trae el mañana.
Un beso y gracias por comentar
De esperar nada de nada...
ResponderEliminarAbrir la ventanas y caminar. No esperes que el mañana te encuentre, sal al encuentro.
Besos
*Anda, que parezco una madre
Una situacion terrible.
ResponderEliminarLa peor de las sorpresas. Asi sin aviso previo. Sin explicar los motivos.
Cambia todo un planteamiento de vida.
Aunque todos sabemos que el tiempo (siempre implacable) acaba colocando todo en su lugar, el momento es impactante.
Aqui: jajaja gracias mamá, pero yo diría que más bien hermanas, que yo ya paso de los 30, (pero no lo aparento jajaja). Y tienes razón, como dije hace poco en una entrada, debo escribir yo mi propio libro y no que nadie lo escriba por mi.
ResponderEliminarJorge: tan inesperado y terrible que se tambalean los cimientos de una vida.
ResponderEliminarY sí, el paso del tiempo te va mostrando poco a poco las razones y los por qués.
Esa canción me emociona muchísimo aunque no me gusta la copla.
ResponderEliminarSe de que dolor hablas, me paso algo parecido.
Por suerte se que ahora estas mucho mejor :)